Sorbete de limón con cava

Cava con sorbete de limón, una combinación inesperada que debes probar

No todo el mundo lo ha probado, pero quien lo hace repite. Servir cava con sorbete de limón es uno de esos gestos simples que elevan una sobremesa sin complicarse. Refresca, sorprende y tiene ese equilibrio entre lo festivo y lo fácil que siempre funciona. No es un postre, no es un cóctel…  el cava con sorbete de limón es un poco de las dos cosas.

Lo mejor: se prepara en menos de un minuto. Y el resultado parece pensado.

Un brindis que no te esperas (pero que deberías hacer)

Quizá lo hayas visto en algún restaurante. O en casa de alguien con buen gusto. Una copa ancha, una bola de sorbete y un chorro de cava bien frío por encima. No hay más. Pero ese contraste de temperaturas, la acidez del limón y el punto seco del espumoso hacen magia.

Es ligero, tiene burbuja, y no empalaga. Perfecto para cuando quieres algo fresco después de comer o simplemente algo diferente para empezar la tarde.

¿Cómo se prepara?

Puede parecer una combinación improvisada, pero hay pequeños detalles que marcan la diferencia. Lo ideal es usar sorbete de limón, no helado cremoso. El sorbete aporta ese punto ácido y ligero que juega mejor con la burbuja del cava.

Empieza sacando el sorbete del congelador unos minutos antes. No debe estar duro como una piedra, pero tampoco derretido. Cuando tenga la textura adecuada, coloca una o dos bolas en una copa amplia: puede ser una tipo balón, una de vino blanco o incluso un vaso bajo con base ancha.

El cava, bien frío. No lo agites ni lo viertas de golpe. Echa un chorro con suavidad sobre el sorbete, inclinando un poco la copa si quieres conservar más burbuja. Verás cómo se forma una ligera espuma y cómo el sorbete empieza a fundirse poco a poco.

Se puede servir tal cual o darle un toque final con una hoja de menta, un poco de ralladura de lima o una cucharita para tomarlo poco a poco. ¿Un consejo? No esperes demasiado para servirlo: esta mezcla está pensada para disfrutarse al momento.

Cava al sorbete de limón

¿Y qué cava elegir?

No hace falta complicarse. Un cava brut encaja muy bien: seco, con buena acidez y sin exceso de dulzor. Si prefieres algo más suave, un semiseco también funciona. El rosado puede darle un color bonito, aunque el contraste con el limón se pierde un poco.

En nuestras cestas de Navidad con vinos y cavas puedes encontrar opciones perfectas para esto, y no hace falta esperar a diciembre para disfrutarlas.

Variantes que también funcionan

¿No tienes sorbete de limón a mano? Hay más opciones:

  • Sorbete de mandarina: un poco más dulce, pero igual de refrescante.
  • Helado de frutos rojos: si usas un cava rosado, combina de maravilla.
  • Granizado de lima: con un punto más ácido, ideal para días calurosos.

Eso sí, cuanto más cremoso sea el helado, menos chispa tendrá la mezcla. Lo interesante está en el juego entre frío, cítrico y burbuja.

Para cuando quieres algo distinto (pero sin esfuerzo)

No hay que buscar una excusa. A veces basta con tener una botella fría y un poco de sorbete en el congelador para convertir una comida cualquiera en algo especial. El cava con sorbete de limón no es una moda nueva ni una receta de autor, pero sí una de esas ideas que funcionan una y otra vez.

Y si quieres tener siempre a mano un buen cava para estas ocasiones inesperadas, puedes echar un vistazo a nuestras cestas de Navidad. Algunas de ellas incluyen botellas que no necesitan ninguna celebración para abrirse.