Cajas jamoneras para Navidad baratas y de calidad

Cajas jamoneras: el regalo gourmet para estas fiestas

Un jamón para Navidad.  De bellota, serrano, paleta ibérica, de cebo o por qué no, un cinco jotas… El regalo sin duda más deseado, para presumir ante familia y amigos. “Sí, a mi me han regalado una caja jamonera por Navidad”.  Dices mientras pones un platito de jamón recién cortado con una sonrisa de oreja a oreja. Intenta recordar la primera vez que te dieron un regalo de empresa y en su interior había una paletilla ibérica. Llegas a casa con tu caja jamonera, sacas el jamón y comienza el ritual de montar el jamonero, quitar la capa de grasa y cortar la primera loncha. Esa sensación es irrepetible. Ahora te toca a ti ser la persona que entrega el regalo navideño en tu empresa. Apostar por las cajas jamoneras será un agradable recuerdo que dure mucho tiempo. Lo que no pueda hacer el jamón…

• Limpiar platos en menos de un minuto.
• Protagonizar aperitivos, cócteles y almuerzos. 
• Atraer multitudes a su alrededor. ¿Dónde hay cola en las bodas? -> Donde está el cortador de jamón
• Robar el protagonismo a platos exóticos como el caviar y el marisco.

Si quieres causar el mismo efecto estas Navidades, elige una cesta navideña que incluya jamón.

Cajas jamoneras con piezas de alta calidad y sabor

La paleta o el jamón ibérico o serrano son sin duda las estrellas de la gastronomía española. Y es que quien ha probado alguna vez el jamón, ya sea ibérico o serrano, puede reconocer al momento el producto a raíz de su especial sabor, textura y por supuesto su característico aroma. La forma de conseguir un buen jamón, independientemente de la denominación de origen, es el proceso al que se somete la pieza: la curación.

Un correcto proceso de curación, respetuoso con su duración y las fases, es el responsable directo del sabor y la textura del jamón. El proceso de curación consta de 4 fases: salado, post-salado, secado o maduración y envejecimiento.

El salado y post-salado son las fases en las que se sala la pieza con sal común para que esta se introduzcan homogéneamente en la pieza. En la segunda fase, la del post-salado, el jamón se conserva en cámaras con las condiciones de temperatura y humedad adecuadas para conseguir el sabor y aroma que distingue el producto de otros. A raíz de estas condiciones, en ocasiones puede aparecer moho en el exterior del jamón. Este proceso es totalmente natural, se considera beneficioso para el producto y en ningún caso es perjudicial para la salud.

Las siguientes fases son el secado y el envejecimiento. Durante la primera, se reduce la cantidad de agua en el jamón o la paleta y, en la segunda y final, se conservan las piezas en cámaras con la temperatura y humedad controladas para que el jamón adquiera su olor, color y textura tan distintivos.

Una vez pasadas estas 4 fases, se seleccionan las piezas y se comprueba que el jamón esté correctamente curado. Seguidamente, las piezas de jamón, están listas para ser embaladas y distribuidas.